viernes, abril 14, 2006

Lo "políticamente correcto"

Al César lo que es del César, y hemos de comenzar este escrito reconociendo que, no solo su tema, sino buena parte de su argumento, vienen de una de las animadas charlas mantenidas con un conocido mío, de hace años, de admirable bagaje cultural e inapreciable compañía. Conversábamos acerca de la controversia surgida a raíz de la relectura de las Ordenanzas Reales de Carlos III, datadas en 1768, en las que el monarca prohíbe el porte de la bandera española a “murcianos y gente de mal vivir”. ¿Insulto a los murcianos de bien o nada que ver con Murcia?...

Una de las explicaciones a esta expresión defiende la existencia efectiva, en la época, de numerosos ladrones y delincuentes provenientes del sudeste español, de Murcia. En consulta a la Real Academia Española, por parte de mi interlocutor, ésta le refuerza esa idea: a Carlos III, pues, le importaba tres narices la corrección política… de hecho, ¿qué era la corrección política en el XVIII?¿defender la Ilustración?. Si hay muchos maleantes murcianos, pues bien se les impide a todos acceder al ejército, bien el gentilicio pasa a ser sinónimo de “gente de mal vivir”.

Contradiciendo la “doctrina” de la RAE en este caso, está la explicación más acertada –a nuestro entender-. Actualmente aceptado por la misma RAE en su diccionario, existe el verbo murciar como equivalente de “hurtar”, “robar”. La Academia (¡bravo!) lo hace venir de murcio (ladrón), palabra documentada en castellano desde 1609 en el Vocabulario de Germanía de Juan Hidalgo. Don Joan Corominas establece la indiscutible relación de murcio con el murciélago (antes murciégalo, “ratón ciego”). Así pues, estaba el “murciégalo”, que la gente acortó para, por asociación con la actuación de noche, designar a los “murcios”, que –cómo no, pobrecillos ellos- “murciaban”. Por si queda alguna duda de la relación popular del murciélago con los ladrones a partir, al menos, del siglo XVII y en el XVIII, léase el siguiente fragmento de la definición de Covarrubias de “murciégaco” en su Tesoro de la lengua castellana (1611):

“…Es símbolo del malhechor que se anda escondiendo, o del que está cargado de deudas, que huye de no venir a poder de sus acreedores…”

Si se admite murcio como sinónimo corriente de ladrón desde, como hemos visto, al menos, el siglo XVI, de ahí al murciano sin nada que ver con la preciosa Murcia, hay un paso. Murciano, pues, en las “Ordenanzas Reales de Su Majestad para el régimen, disciplina, subordinación y servicio de sus exércitos”, como “persona relacionada con murcios y gente de mal vivir”, en Murcia y fuera de ella… Por cierto, fue Abderramán II quien, al parecer, fundó Medina Mursiya en el año 825 de la era cristiana (no de las suyas). El origen etimológico de nuestra preciosa huerta es limpio: nada que ver con ladrones o cacos

Pero la cuestión de enjundia está ya encima de la mesa: si en realidad lo de “murciano” hubiese ido por los habitantes de la Murcia del XVIII, ¿qué legitimidad asistía a Carlos III para esa generalización si, efectivamente, Murcia hubiese estado plagada de ladrones y gentuza, si la mayor parte de la población de la Murcia de entonces hubiese estado alguna vez fuera de la ley?. Quizá el problema de susceptibilidades que surge sea más complicado de resolver en el caso de la aplicación a gentilicios, no lo niego.

El significado de las palabras es importante, pero si atendemos de verdad a su concepto, no a nuestros complejos y miserias personales. Una sociedad sana sabe que no hay nada de malo en llamar “negro” a un negro, o “enano” a un enano. Veamos sus pretendidos “sinónimos políticamente correctos”:

-“Persona de color”: parece una obviedad pero… ¿de qué color?. El mayor rasgo distintivo de las razas humanas es precisamente su pigmento. Los caucásicos, blancos, los asiáticos, amarillos y rojizos los indios americanos… estupidez mojigata que, encima, confunde.
-“Persona bajita”: no es broma, incluso los enanos parecen preferir llamarse así. Desde al menos el siglo XIII, “nano” ha designado a los humanos con problemas de crecimiento. Sinceramente, si yo quisiese llamar a un enano de manera peyorativa, no se me ocurre otra mejor que la que se propone para ser políticamente correctos. “Persona bajita”… ridículo, sin más.

Se puede mantener que el uso pervertido de las palabras originales es el que las carga de connotaciones negativas. Y yo digo que la palabra es la palabra y su significado. Que, en infinidad de casos como éste, es el interior del aludido, sus inseguridades, complejos y miserias, los que convierten “ama de casa” en “mujer que trabaja en el domicilio, totalmente anulada, al servicio de su marido, esposada al hogar y sus triviales quehaceres”. ¿De verdad, objetivamente, es mejor “sus labores”?. En verdad, no hay nada malo en ser ama de casa.

La historia de la palabra-tabú (“sexo”) y su correspondiente eufemismo (“género” –como vimos en otro artículo-), es la historia de la pobreza intelectual, la debilidad social y, últimamente, la dictadura de las minorías frente a la mojigatería de la masa occidental. Si quisiera insultar a un negro le llamaría “negrata” o “mono”, no “negro”. A un enano “dos palmos” o “gnomo”, no “enano”. Si yo me molesto porque me llaman “ojos azules” o “blanco” es porque tengo algún problema con lo que soy, y necesito algún circunloquio que lo esconda.

Se puede cuestionar sobre el problema en que las palabras deriven y se transformen, aunque sea hacia significados con connotaciones negativas; al final, lo que hemos tratado, es toda una problemática que tiene que ver con el desgaste del idioma, su desvirtuación y, en definitiva, la merma de eficacia del castellano como medio de comunicación. Es el efecto antibiótico: a fuerza de usar una palabra sin su significado real la desgastamos, pierde eficacia hasta quedar inútil, y ello nos perjudica a todos.

Después de todo esto, creo que es liarlo todo si completo la prohibición de las Ordenanzas de Carlos III: en realidad, limitaba el acceso a los ejércitos a “gitanos, murcianos y gente de mal vivir…”. Era el siglo XVIII, pero lleve este artículo a su trabajo o reunión familiar o de amigos: la mojigatería que nos invade caldeará la polémica. Diversión asegurada.

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por su explicación sobre "murcianos". ¿Hay una explicación similar para gitanos? ¿O con los gitanos era simplemente racismo puro? ¿Cree que debemos llamar subnormales a los discapacitados sensoriales? ¿Debemos llamar tarados genéticos a los que tienen ceguera congenita? ¿Debemos llamar invalidos a todas las personas que tienen alguna dificultad física o sensorial? Seguro que Hitler no solo recomendaría estos términos sino además la ejecución de los individuos descritos con ellos. La mojigatería a la que usted se refiere es respeto por el prójimo y su aceptación en la sociedad como individuos de pleno derecho. ¿Le llaman a usted blanco en algún sitio? ¿O simplemente se da por hecho que su raza no es una caracteristica lo suficientemente significativa de su personalidad como para que le definan por su color ya q este no lleva implícito ningún prejuicio como "todos los blancos huelen mal, son ilegales, delincuentes y vienen a quitarnos el trabajo"? ¿Cuando ve a un enano le llama enano así sin más? ¿No supone usted que el enano es una persona con nombre y apellidos? ¿A las personas con una altura media cómo las llama para dirigirse a ellas, por los centímetros que miden? Por supuesto, resultaría demasiado extenso darle una clase aquí sobre teoría feminista, pero confundir sexo con genéro es un burdo error de principiante indocumentado.
Gracias otra vez por su explicación sobre las Ordenanzas de Carlos III. No sé si es usted políticamente correcto, pero educado es más bien poco.

Fran J. Girao dijo...

Pues no sabe cómo ni cuánto le agradezco su participación, amigo, o amiga. Y no ironizo, como usted, se lo aseguro. Le contesto paso a paso: sin duda que la etnia gitana, por entonces, estaba en buena medida relacionada con la vida al margen de la sociedad establecida y, seguramente en mayores términos, la delincuencia y el pillaje. Esconder la realidad nunca le hizo bien a nadie, sólo a los que se aprovecharon de ello. Si detrás de las palabras de Carlos III había o no racismo puede discutirlo con él, autor y responsable de sus escritos... aunque temo que llegue tarde.

Con evidencia histórica, el "subnormal" (y me remito a la sabiduría secular del diccionario que usted parece querer despreciar quizá demasiado insolente y soberbiamente, permítame) fue el "discapacitado sensorial", pero sin eufemismo, la verdad... Obviamente el ciego congénito es ciego congénito y, acortando, "ciego". Lo de "invidente", sin ser incorrecto, es un eufemismo harto descrito (le vuelvo a remitir a mi escrito del que usted, encambio, tan poco parece gustar). Lo de "tarado genético" lo dijo usted, claro, no yo. El significado etimológico de "inválido" que todos entendemos, hace mucho que perdió sentido para designar de manera sencilla y directa, en efecto, a las personas con minusvalías físicas. Reflexione usted porqué cree que se insulta a una persona (si le entiendo bien) llamándole "inválido" y no diciendo que tiene una "dificultad". Obvielo todo, hombre, o mujer, no sólo una parte... Probablemente Hitler recomendaría los términos que le pareciesen adecuados. No tengo ni idea de qué haría con ellos, la verdad...

Me llaman "blanco" o "caucásico" cuando describen mi raza, al igual que en la mayoría de los casos de los "negros". Si no se hace referencia a mi filiación genética a la hora de describirme no es por la pila de prejuicios que usted cree erróneamente diseccionar, sino porque pertenezco a la etnia mayoritaria en el mundo, o, al menos, la que tiene mayor protagonismo... es el efecto "Rapanui", si sabe a qué me refiero. Natural al ser humano e inofensivo, a mi modo de ver.

La mojigatería a la que me refiero es dictadura de la minoría, dificultad en el lenguaje y la comunicación y relación entre personas, iguales o distintas. Por supuesto que llamo a un "enano" "enano", sin más, no hya nada ofensivo en ello. Igual llamo "manzana" a la "manzana", al pan, pan y al vino, vino. Las personas con estatura media no necesitan denominación pues son mayoría. Responden a una norma que ha impuesto la naturaleza, no yo, señor, o señora.

El "sexo", en humanos, es la distinta condición de hombres y mujeres, de macho y hembra de la raza humana. El género es la manzana a la que me refería antes en la frutería o una condición diferenciadora de las palabras. Claro que confundirlas es un error, pero no puedo culpar ni insultar a quiénes las mezclan sin querer, en su cabeza.

Por cierto, al igual que nunca sabrá cuánto le agradezco su participación aquí, tampoco tendrá nunca una idea de lo agradecido que le estoy de que no nos haya aburrido y tratado de confundir con la segura perorata supuestamente "feminista" alrededor del lenguaje "sexista" y demás zarandajas. Como muchas personas, estoy muy harto de esas tonterías creadas para hacer vivir a aprovechados de conferencias y a políticos en teoría encargados de velar por la mujer y en realidad dedicados a comer y engordar.

De nada. He de reconocerle que es usted la primera persona que pone en duda mi educación. Han pasado muchos años desde mi comienzo en la relación con personas... A ver si va a resultar que está equivocada... o equivocado...

Anónimo dijo...

Gracias por su contestación. No quiero seguir polemizando más con usted pues ya ha dejado claro su falta de respeto por las minorías y por su derecho a decidir cómo quieren ser tratadas y llamadas. El hecho de pertenecer al grupo mayoritario y dominante (macho de raza caucásica procedente de país desarrollado y de mentalidad patriarcal) no le da derecho a creer que está usted en posesión de la verdad absoluta y o que puede indicar a otra gente cual debe ser el nombre o apelativo con el que tienen que ser calificados o calificadas. Si el colectivo de "enanos" decide libre y democráticamente que debemos referirnos a ellos como "personas de estatura reducida" tendremos que aceptarlo y así lo haremos quienes los respetamos. Y si deciden que hay que llamarles simplemente por su nombre y apellidos que es lo que les define como seres individuales y dejar de llamarles enanos, porque enanos hay muchos y no es distintivo de nada, pues así lo haremos. Ha despreciado usted en su contestación las opiniones que de sí mismos tienen o han creado cada grupo minoritario en su libre derecho a definirse. Respeto es lo unico que se le pide.
Gracias al feminismo las mujeres somos cada dia mas libres y seguiremos reivindicandolo en todos los foros y esferas de la vida publica y privada.
Cuando habla de manzanas y de al pan, pan y al vino, vino, me recuerda a la tristemente celebre frase de la señora Ana Botella al referirse a los homosexuales... ¿No sera que usted cree que un hombre caucasico no puede casarse con una gitana o con una enana? ¿O con una negra? Porque las manzanas (enanos, en su escrito) son manzanas y solo deberan juntarse con las manzanas. Es una linea de argumentacion un tanto peligrosa la suya que vuelve a recordarnos las justificaciones de genocidios.
Espero que pase usted unas felices vacaciones y no se sienta amenazado por la dictadura de las minorias. Tenga cuidado porque las minorias estamos por todas partes: mujeres, negros y negras, chinos y chinas, inmigrantes de todas las nacionalidades (ilegales), discapacitados, comunistas, seropositivos, jovenes... Entre todos podemos hacer peligrar el poder del grupo mayoritario dominante, que por ser mayoritario no acepta que se le defina desde fuera. ¿Que tal si equiparamos lo que les define con hombre con problemas de aceptacion de lo diferente y mente discapacitada por la educacion machista-patriarcal? Si al llamarle blanco, la gente le identificase con todo esto, a lo mejor ya no le gustaria tanto que le llamasen blanco.

Fran J. Girao dijo...

Vuelvo a agradecerle su participación en manera que dudo llegue a conocer algún día, señora, o señorita. En ningún momento he faltado al respeto a ninguna minoría. Sí, en efecto, defiendo el derecho democrático de la mayoría (caucásicos, hombres y mujeres, negros, asiáticos, hispanoamericanos, niños, curas y aquellos a los que les pirra el helado de fresa) de llamar a los colectivos y las frutas por el nombre que estimen oportuno. Así fue desde el primer gruñido humano común. Yo no elegí ser lo que soy ni, por tanto, ser llamado como soy llamado. Si, como hemos explicado (y particularizando como ha hecho, mi interlocutora, en el caso de los enanos) el orígen y el uso normal de la palabra "enano" no tiene nada de peyorativo o despectivo, es perfectamente lícito, normal y sano. De hecho, ya lo he dicho en más de una ocasión (y cuente con que más de una, de dos y de mil personas de las que están leyendo esta discusión ahora mismo estará de acuerdo conmigo) suena mucho más ridículo, por eufemístico y "sonoro", "personas de estatura reducida" que un normal e inocente "enano".

Lo que desprecio, no sólo en mi contestación sino en todos mis escritos, es el complejo de inferioridad que empuja hacia afuera, volviéndose quístico y enfermizo. Jamás me leerá ni oirá, ni en público ni en privado, manifestaciones en contra de minorías o colectivos, palabras racistas, machistas o feministas. En efecto, el llamado "movimiento de liberación de la mujer" ha conllevado un importante aumento en el "índice" de igualdad de oportunidades y trabajos de mujer y hombre. Ese movimiento no tiene absolutamente nada que ver con las memeces (y ahora siento no faltar al respeto, sino expresar mi opinión de la forma más clara posible) que se pretenden vender -y el verbo es de lo más correcto- sobre "sexismo" en el lenguaje y demás patrañas.

Sobre Botellas, manzanas con manzanas y "justificaciones de genocidio: mire señora, o señorita, si en mis palabras anteriores ve usted todo eso que dice... pues debería hacérselo mirar, qué quiere que le diga. No creo, sinceramente, que haga falta conocerme para, a poco que se me lea y se esté sano, reconocer que todo eso no sólo es harto ajeno a mí, sino que lucho contra ello como persona y profesional. Mis problemas (no demasiados, afortunadamente, le informo) no tienen nada que ver con la aceptación de "lo diferente" (de hecho lo extraño a mí siempre me ha apasionado, como el aprender y descubrir, lo que me ha llevado a, por ejemplo, visitar bastantes más países que la media de mis congéneres antes de la treintena de edad). En cuanto a mi supuesta "discapacidad de mente" pues, de nuevo, suena la campana: vuelve a ser la primera en mi vida que duda de mi capacidad mental... En serio, perdón con antelación, pero siendo requerido todos los días como colaborador de prensa y medios de comunicación en general, subdirigiendo un periódico, habiendo producido, dirigido y presentado yo que sé cuantos programas de televisión, hablando sobre el español desde hace dos años con cada vez más gente fantástica leyéndome... a ver si se va a volver a equivocar usted de nuevo...

Hágame caso, escriba una novela u otra opción de ficción, en la que vuelque sus inseguridades y todo el mal que cree ver en cada parte a la que mira. Porque, como en muchas ocasiones, al final el mal está en el ojo del que mira (hecho que ya le obervé en su anterior comentario... en serio, da pena leer cómo alguien realmente cree que la palabra "negro", p. ej., conlleva todas las cosas feas y podridas que usted vomitó).

Quede en paz.

Anónimo dijo...

Para la señora o señorita womenandcitizenship:

Dice usted que gracias al feminismo la mujer es un poco más libre y es cierto, pero no desde el que usted promueve. Lo suyo es un feminismo de "chichimona". Por la ignorancia con la que escribe y ataca no creo que consiga nada más que avergonzar a quien, sin ningún complejo, se considera mujer. ¡Cuántas barrigas se llenan de langostinos con las subvenciones de falsas feministas como usted y que repugnancia me produce!

Anónimo dijo...

Buenas tardes.
Vaya la educación por delante, pero no quede la expresión vacía, de verdad que les deseo buenas tardes.
Estoy de acuerdo con Fran y Agustín y me parece que "Women..." desbaría y saca las cosas de sitio (o de quicio, pero no quería sugerir que es "desquiciada" para que no me acuse de mal educada). Yo también estoy cansada de los eufemismos malsonantes, los enanos preferirán que los llames por su nombre propio en cada caso, casi seguro, si conozco a alguno jamás se me ocurriría decirle: "Enano, ¿te vienes a tomar un café?". Otra cosa es si me estoy refiriendo a los enanos en general en una conversación, en este caso me referiré a ellos como enanos de la misma manera que si hablamos de blancos, diré blancos, y si de negros, negros. Sin problemas ni ánimos peyorativos.
Otra opinión, me parece absurdo y antieconómico (economía del lenguaje) hablar de: niños y niñas, alumnos y alumnas, profesores y profesoras, ciudadanos y ciudadanas, etc. y no siento ninguna discriminación si en la generalización del lenguaje se me alude como, pongamos por caso, "humano" en referencia al género humano (soy mujer), pues efectivamente es cuestión de género en el lenguaje que hay que dejar de identificar con sexo físico.
Y nada más, sólo quería dejar constancia de mi acuerdo (y no de mi acuerda) y desacuerdo (y no desacuerda) en este tema. En el lenguaje, a menudo, un cambio de género conlleva un cambio de referente (una casa vs un caso, por ejemplo).
Que ya está bien de buscarle cinco piés al gato (a no ser que sea una malformación congénita ¿cómo sería el eufemismo que designara a un gatito con cinco patitas?).
Buenas tardes, de nuevo.
Adiós.

Fdo. Loly

Fran J. Girao dijo...

¡Pues, como que al cien por ciento de acuerdo con usted, Loly! Muchas gracias y un saludo

Anónimo dijo...

¡olé tus ovarios women....! ya falta menos para tu "liberación". Ahora sólo falta que nos impongais al resto las palabras "psiquiatro" "pediatro", etc...oye y así seguro que el mundo es un poco mejor.
que pena, que pena...

Anónimo dijo...

Pues yo he estado unos días en Murcia este verano (2008) y tras quedarme sin el portatil y ser despojado de la cartera, con quien estoy de acuerdo es con Carlos III. Qué le vamos a hacer...

Fran J. Girao dijo...

Si es broma, tiene gracia. Si va en serio, lo siento. Un saludo y gracias por la participación.

Anónimo dijo...

A propósito de negros, negras, manzanas, peras y tamarindos les recomiendo la obra Alheña y Azúmbar del colombiano Jaime Jaramillo Escobar. Mi parte favorita: "Hay muchas frutas que son de negros. Dios les dio a los negros la tierra caliente y las frutas porque Dios tiene predilección por los negros, eso es evidente"

Héctor.

Fran J. Girao dijo...

Pues gracias Héctor por su participación.

Anónimo dijo...

Estimado Fran, realmente aprecio mucho sus artículos y quisiera solicitarle uno en particular si no le molesta. Todo comenzó hace un par de días cuando inicié un amistoso debate con unos amigos sobre la corrección del uso de "niños y niñas", "alumnos y alumnas", "los participantes y las participantes", etc. Algo que ya había mencionado Loly algunos de comentarios arriba; y como usted mencionó que estaba de acuerdo con su postura quisiera que pudiera exponerme algo más acerca de esto. Mis amigos se justifican diciendo que sólo lo hacen porque esa es la exigencia de algún catedrático (ellos están estudiando para ser docentes, imagínese) así que me gustaría, como ya mencioné, algún artículo para dárselos como referencia. En su defecto, si el tema ya ha sido tratado me gustaría que me indicará la dirección a seguir.

Le agradezco anticipadamente la respuesta que pueda brindar a mi inquietud.

Fran J. Girao dijo...

Recogida la sugerencia, amigo. Me pondré con ello cuanto antes. Un saludo.

alfonsinn dijo...

El problema de la 'ideologia' feminazi es que no esta hecha con ideas sino con prejuicios.
"Woman" forma parte de este paradigma, y se le nota...
Su esfuerso en hacerse comprender por este tipo de personas me hace verle como excesivamente tolerante.
Atentamente

Fran J. Girao dijo...

Y qué le voy a hacer, amigo, si uno es así... Un saludo.

Anónimo dijo...

Buenas tardes tengan

Simplemente, quería mostrarme a favor de los argumentos que ha defendido womenandcitizenship. Además me ha sorprendido que ha sabido explicarse sin utilizar un término que viene una y otra vez de leer esta entrada y sus comentarios. Y yo, con menos capacidad para expresarme, pues se lo digo, porque creo que es muy claro. Es fascista, que la Real Academia entiende como "excesivamente autoritario". Aunque no eres solo tú, Fran, si no el entorno en el que te mueves (que dudo que haya muchos negros, o PERSONAS de pigmentación oscura, y enanos, o PERSONAS que PADECEN enanismo, utilizando una explicación más científica sobre los fenómenos naturales que ocurren de manera caótica y RESPETUOSA con las personas a las que les toca, porque te toca y punto.

Argumentos que respaldan el hecho de que tú y los que leéis este blog, en su mayoría, soys excesivamente autoritarios:

"Si no se hace referencia a mi filiación genética a la hora de describirme no es por la pila de prejuicios que usted cree erróneamente diseccionar, sino porque pertenezco a la etnia mayoritaria en el mundo, o, al menos, la que tiene mayor protagonismo..."

"Su esfuerso en hacerse comprender por este tipo de personas me hace verle como excesivamente tolerante."

"Otra cosa es si me estoy refiriendo a los enanos en general en una conversación, en este caso me referiré a ellos como enanos de la misma manera que si hablamos de blancos, diré blancos, y si de negros, negros. Sin problemas ni ánimos peyorativos."

"En serio, perdón con antelación, pero siendo requerido todos los días como colaborador de prensa y medios de comunicación en general, subdirigiendo un periódico, habiendo producido, dirigido y presentado yo que sé cuantos programas de televisión, hablando sobre el español desde hace dos años con cada vez más gente fantástica leyéndome... a ver si se va a volver a equivocar usted de nuevo..."

Rescato un fragmento que me ha parecido muy correcto:

"El hecho de pertenecer al grupo mayoritario y dominante (macho de raza caucásica procedente de país desarrollado y de mentalidad patriarcal) no le da derecho a creer que está usted en posesión de la VERDAD ABSOLUTA y o que puede indicar a otra gente cual debe ser el nombre o apelativo con el que tienen que ser calificados o calificadas."

Y es que la historia la han escrito los ganadores... La diferencia ahora (gracias a Internet), es que yo puedo escribir esto sin riesgo a que me fusilen, y así espero que entiendas por qué utilizo un "Anónimo", que es para proteger mi vida, porque gente como usted o tú todavía tiene mucho poder y mala sombra. Y si ahora matar no se puede, sé que hay listas que se pueden consultar en caso de una "purga" nacional, al estilo soviético o nazi, y todo ello para el bien de los españoles (esperemos que no llegue ese momento).

Fran J. Girao dijo...

¡Madre mía, lo que hay que aguantar! Veamos: voy a hacer un esfuerzo por no repetirme. Mucho de lo que usted cita está respondido o se auto responde (por ser citas mías).

Sobre la frase que destaca de un comentarista: pues es suya. Yo no creo ser "demasiado tolerante" por discutir con visitantes de este rincón de la lengua.

La que transcribe de woman... Pues es pensamiento suyo (de ambos) el que yo me crea con la verdad absoluta por ser blanco, caucásico, blabla...

Y lo de la "purga nacional"... ... ... Oiga... en serio, hágaselo mirar.

Si una palabra no tiene sentido peyorativo, NO LO TIENE. Por mucho que algunos se empeñen en lo contrario y hagan así vivir bien a aquellos dedicados a comer del dinero público a base de cursos de lenguaje "no sexista" y giliflautadas similares.

Si llega ese momento en el que los amigos de lo políticamente correcto y el pensamiento único equivocado toman las armas, aquí tienen mi identidad. "Menos mal que con los rifles no se matan las palabras", escribió Fito.

Anónimo dijo...

Lo de los murcianos viene por otra realidad de la época. En esos momentos, Carlos III había fortificado Cartagena y creado su Arsenal, donde se construía su flota. Necesitaba marinos (y de los buenos), y precisamente los murcianos no es que lo fueran (como la mayoría de los habitantes de tierra adentro, que si no tenían un río cerca, ni tan siquiera sabían nadar). Además, desde la reconquista, había un dicho que era "Mata al rey y vete a Lorca", ciudad fronteriza con el reino nazarí, y donde se refugiaban muchos delincuentes, porque como en toda zona de frontera, nadie preguntaba el porque se estaba allí. O sea, que el dicho de que en lo que se conoció posteriormente como reino de Murcia, se encontraban viviendo muchos delincuentes, algo que pasó al idioma de la gente llana, y una cosa llevó a la otra. Es más, si miramos a la clase política que gobierna hoy en dia es la Región de Murcia, veremos que el dicho no va muy desencaminado.

Fran J. Girao dijo...

Gracias por su aportación, amigo.

Anónimo dijo...

Buenos días/tardes/noches, lo que corresponda.

Resulta que realizando una búsqueda en google sobre cuál sería la palabra políticamente correcta para una persona que sufre de enanismo, llegué a este blog, y tras leer el artículo, y los comentarios, me pareció importante destacar ciertos detalles. Como se habrán dado cuenta, apoyo la postura de womenandcitizenship, ya que estoy a favor de lo que usted, señor Fran, tan galantemente denomina "mojigatería" del lenguaje.

La cuestión con las palabras políticamente correctas, creo yo, es que se apunta a tratar el problema de que las palabras (en especial este tipo de palabras) no representan sólo un mero concepto, sino que traen aparejadas un montón de circunstancias instaladas en el inconsciente colectivo, que las mayorías tendemos a ignorar.

Las calificaciones de "negro" o "enano" no sólo sirven para describir fácticamente las condiciones físicas de una persona, que, si no entendí mal, es el argumento principal de su post. Por lo menos eso es lo que se entiende si usted dice "al negro le diré negro porque lo es, y si alguien me dice ojos azules no tengo por qué ofenderme". Sin embargo, la palabra "negro" tiene connotaciones muy negativas, en el imaginario social.

En primer lugar, la palabra "negro" se usa para distinguir a una persona de color de una persona blanca, como si la persona de piel blanca fuera "lo normal", "lo común", y que las personas de color son la minoría "anormal". Este concepto ya es de por sí arrogante, ya que si somos todos seres humanos, con dos piernas, dos brazos, un cerebro, un corazón, sangre, ¿qué necesidad hay de recordarle constantemente a las personas de color que no pertenecen a la mayoría privilegiada, usando una palabra que históricamente se ha utilizado para denigrarlas?

Y ello nos lleva al segundo punto que las mayorías suelen ignorar, y es una cuestión histórica de opresión, genocidio, y demás crímenes cometidos contra las minorías a lo largo de la historia.

>>continúa en una segunda parte

Anónimo dijo...

<< continúa

El problema con las distinciones en el lenguaje es que nos recuerdan constantemente esta idea. Y es lo que ha generado la desigualdad de oportunidades que aún hoy continúa siendo un problema en la sociedad mundial. Las personas de color (como así también las mujeres, los asiáticos en el mundo occidental, los enanos, los homosexuales y demás minorías) no tienen la misma representación social ni las mismas oportunidades que las personas que pertenecen a la mayoría (blancos caucásicos). Esto ha sido documentado muchas veces, y las estadísticas en los últimos años no han mejorado. Para citar algunos ejemplos, ¿por qué no hay tantas directoras de cine mujeres? ¿Por qué sigue habiendo muchos más casos de gatillo fácil con personas de color que con personas blancas? ¿Por qué se sigue generalizando el estereotipo de la persona de color como ignorante, delincuente, agresiva? ¿Por qué es más difícil para una persona de color conseguir empleo que para una persona blanca?

Si nos vamos al detalle, probablemente usted encontraría argumentos para contrarrestar estos dos ejemplos, pero buscando un poco en Internet se encuentran cifras y artículos que pueden ayudar a comprender la dimensión del problema. Como esta página de wikipedia, (que está en inglés, pero con google translate posiblemente se pueda captar la idea, o al menos las cifras) http://en.wikipedia.org/wiki/Representation_of_African_Americans_in_media . También se pueden verificar los links al final de la página, que pueden ser de interés.

Y es que si a una persona de color se le dice negro, no se ofende porque sea verdad, se ofende porque la palabra es derogativa precisamente porque representa toda una historia de opresión y discriminación que hoy en día no ha acabado. Tampoco es que esa sensación esté presente sólo en la mente de las personas de color (o los enanos u otras minorías), sino que el prejuicio está latente en todos lados. No es lo mismo que el ama de casa (que dicho sea de paso me parece un oficio muy respetable, porque hay que tener paciencia y fortaleza para ser el pilar sobre el cual reposa la familia), porque ser ama de casa es una elección, y como tal puede ser cambiada. Una persona de color no puede cambiar el tono de su piel, y tampoco puede cambiar la forma en que el mundo la ve.

Todo esto no significa que uno, en la privacidad de su vida diaria, y dirigiéndose a personas que conoce, no pueda hablar como se le dé la gana. El problema surge cuando el discurso se hace público. Cuando se publican artículos en diarios, en revistas, en publicaciones académicas. Porque ese discurso lo único que hace es acentuar y continuar el problema.

Lo que los defensores del lenguaje "políticamente correcto" estamos diciendo, es que el lenguaje, como instrumento de comunicación, debería ser igualitario si lo que queremos es una sociedad más justa.

Con esto no vamos a hacer que acabe la hambruna en África ni vamos a curar el cáncer, pero lograr de a poquito transformar la manera en que las ideas se expresan es un principio para cambiar la sociedad.

Ahora, si a usted le importa un comino buscar una sociedad más justa, entonces es lógico que use el argumento de "yo digo lo que quiero", pero entonces sería hipócrita de su parte quejarse porque la "mojigatería" no le deja expresarse como quiere.

El debate continuará por mucho tiempo, y las "feminazis" (por dios qué palabra asquerosa) vamos a seguir tratando de concientizar sobre la representación (¿"dictadura"? ¿en serio?) de las minorías. Por que lo que se busca es igualdad, y respeto hacia el otro. Lástima que dicho ideal no concurra con el individualismo de muchos.

Con respeto, saludos.