Pues ¿qué quieren que les diga? Yo sigo sin explicármelo. Hace un tiempo, repasábamos las características del espanglis español. Quizá entonces nos circunscribimos más al lenguaje contaminado del hablante. Hoy les toca quedarse perplejos (y, con suerte, concienciarse) conmigo del estado de la invasión.
No hará mucho, me encontraba viendo el canal de televisión Discovery Channel; es curioso que, como la emisión es para toda la Península Ibérica, todos los rótulos del canal están en portugués y en español. Ningún problema por ahí, pasa con muchas mercancías que son descargadas aquí o que tienen este fin indistinto, es una cuestión lógica de minimización de gastos. Pero hete aquí que me encuentro con una autopromoción de uno de sus programas…
Veo el portugués… pero ¿dónde está el rótulo “Trabajos sucios”? Pues sí, señores, el espacio reservado al español ha sido invadido, por el inglés… ¿alguien se lo explica? Había quedado, apagué la tele y me fui a duchar. Cogí el H&S…
¿Qué?... más cerca…
De nuevo… es normal que se pretenda reducir los gastos y destinar el mismo producto para toda la península… pero ¡está en inglés y en portugués! ¿y el español? ¿nadie más ve la tontería de esto? En fin… publicidad de la revista AR:
Un poco más cerca se verá mejor…
Aquí no hay multinacional por en medio, hay sólo una chorrada (con su permiso): llamar “tamaño pocket” al que, toda la vida, ha sido un “tamaño de bolsillo” o “tamaño bolsillo”. Por supuesto, de esto, al “pocket size” hay un paso… u know what I mean?
He dejado para el final mi favorito. Lo es porque éste sí que es fruto de la inocente ignorancia. Me imagino los chorretones de sudor de los académicos aprobando, por primera vez en la edición de 1992, la inclusión de un castellanizado “beicon” (del bacon inglés), sin explicarse por qué la gente no prefería la secular “panceta”. Los chorretones se debieron convertir en enrojecimiento crónico al verse obligados a adoptar, en la última edición del DRAE hasta la fecha (2001) “bacón”. Bueno, una de mis metas es ahorrarles disgustos a los pobres señores: trataré de que no vean esta carta de “restaurante”...
Acabando: quiero que se fijen en que, durante todo el artículo, mi perplejidad ha quedado patente, pero no he pedido ni una sola vez a los responsables de las marcas y empresas implicadas (AR, H&S, Discovery Channel…) una rectificación… Como en el caso del eslogan no traducido de McDonald´s en España, quien tiene que rectificar es la gran masa. Si de verdad nos chirriase ver inglés donde debería haber español, esta gente no lo usaría en sus productos en una práctica que deja traslucir mojigatería, inmadurez e incultura, a partes iguales, en la sociedad española.
8 comentarios:
Estimado amigo: ¡Qué gusto leer sus comentarios! El idioma español es muy lindo, ¿por qué cambiar términos tan agradables como nuestro 'tocino' por ese horroroso 'bacon'? Como usted se puede imaginar, nuestras pequeñas repúblicas centroamericanas soportan un constante 'bombardeo' de términos anglos y nuestro bello idioma sufre demasiado, hasta en la ordenación de las palabras. Por ejemplo, en estas tierras es frecuente escuchar: "Te llamo para atrás" que es una traducción de la expresión inglesa "I'll call you back". Si me permite, me parece que el pueblo inventa muchas 'locuras' y definitivamente, le corresponde a la gente educada salvar el idioma que recibimos de nuestros antepasados. ¡Qué viva la lengua española en todo su esplendor y pureza! Un abrazo desde Panamá,
Hermelo Altamiranda
Estupenda reflexión. Está claro que hoy es muy fashion titularlo todo en inglés: tiene feeling.
Seguro que si hacemos un repaso de los últimos estrenos de Hollywood, encontraremos películas a montón que se han difundido en España con el título en inglés (ya puestos, podrían proyectarlas en versión original, así aprenderíamos). No sé si lo hacen por el ahorro de la traducción o simplemente porque el título en inglés es más way (léase, guay).
Yo he visto en un bar de playa
-Jangui de jamon y queso.
Lo juro.
Hermelo: definitivamente ese calco "espanglés" de "te llamo para atrás" (que no se escucha en España, pero del que conocía su existencia en América) es uno de mis favoritos de los de reciente aparición -según me consta-. ¡Que viva y recibe un "abrazo para atrás"! (me gusta el contorsionismo, qué pasa...)
Antonio: muchas gracias. En verdad hay faltas de traducciones en los títulos americanos que nadie se puede explicar. Bueno, puestos, me quedaría con tu tesis: los creen más... "guays"...
Amigo anónimo: estando las cosas como están, me lo creo. Aunque pertenecería a ese tipo de barbaridades como las del "baicon", fruto de la inocente ignorancia, más que de la insidiosa mojigatería y la horterada por bandera ("tamaño pocket"... pffff... por favor...)
Gracias a los tres por vuestras intervenciones. Un saludo.
Felicidades por el comentario, y el blog en general. Hemos de repetir, y repetirnos, estos errores para intentar evitarlos en el futuro.
Gracias Jordi. En efecto, eso sería lo deseable...
Hola,
soy un afectado por esta dejadez en el lenguaje. Soy ingeniero informático y trabajo para la multinacional americana HP.
Creo que mi sector es uno de los más afectados por este fenómeno, ya que los anglicismos aparecen como setas. En mi vida diaria es normal escuchar frases como "cuando estés en el site downloadeate las sources y hazle un poco de refactoring. Cuando acabes le haces un testing y me mandas el report por e-mail". Horripilante, ¿eh?
Lo que más me fastidia es que la mayoría de las cosas para las que se usa una palabra extranjera tienen su propia palabra castellana para denominarlas. Pero en nuestra sociedad cateta queda más profesional usar palabras extranjeras.
A veces me pregunto, ¿es culpa nuestra? La empresa me pone varios ordenadores con el sistema operativo en inglés y nos instalan todas las aplicaciones en inglés. A menudo debo comunicarme con americanos e indios, y, por supuesto, el idioma vehicular es el inglés. Pero si hasta mis jefes me hablan en inglés por mensajería instantánea (y son de Barcelona). Me pregunto qué pasaría si una multinacional española impusiera de esa manera el castellano en todos los países donde estuviera presente.
A menudo me quejo de esta situación e intento explicar a mis compañeros que se pueden utilizar palabras como "ratón", "captura de pantalla", "programario", "pruebas", "código", "descarga" o "correo electrónico". Es totalmente inútil, según ellos "da palo ir traduciendo" o "en inglés suena más guay".
Creo que estamos perdiendo la guerra. Los americanos imponen su lengua y sus costumbres alrededor del mundo.
Te agradezco mucho tu cualificada participación en este tema, amigo. Tu caso lo mencioné sucitamente en la segunda parte del artículo sobre el espanglis ( http://castellanoactual.blogspot.com/2006/03/espanglis-y-ii.html ) probablemente influenciado por la opinión de don Xosé Castro (cuyo página web es accesible mediante su correspondiente enlace desde la columna derecha de este blog). Castro lleva años dedicándose a la adaptación de programas informáticos y demás productos relacionados con las nuevas tecnologías y los medios. Yo, decía...
"La lástima de la inclusión de nuevas palabras para designar nuevas realidades, es que la labor de castellanización (si existe) es llevada a cabo por auténticos expertos -seguro-, pero en la materia en cuestión, no en lengua española."
Ahí entras tú con el añadido de que, como dices, probablemente no tengas la culpa. Es curioso observar cómo cuando es importante la legislación y el cuidado político en un tema, éste brilla por su ausencia... Probablemente estemos perdiendo la guerra, pero si resistimos hasta el final y nos cogen prisioneros, siempre podremos sembrar el desorden dentro de sus líneas...
Un afectuoso y agradecido saludo.
Publicar un comentario