martes, agosto 12, 2008

Miles gloriosus, más "gloriosus" que nunca (+audio)

Lo que sigue es un fragmento de la converación mantenida con Pepe Viyuela, días antes del estreno de Miles Gloriosus en la arena emeritense, en julio de 2008...
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Miles Gloriosus, interpretado por Pepe Viyuela y José Sancho ha batido todos los récords de público en el teatro romano de Mérida. Su éxito se explica mediante una conjunción de actores geniales, una historia universal (o, al menos, latina, nuestra), una adaptación absolutamente respetuosa con la historia y el espectador y un gusto exquisito en la dirección, por parte del novel canario Juan José Afonso. Hablemos de uno de los temas de este rincón de Internet; hablemos de cultura latino-hispánica; hablemos del antecedente de nuestras comedias del siglo de oro. Así, sí, Festival de Teatro Clásico, así, sí.

Nunca había visto una espantada de un teatro igual. Y Mérida no se merece eso. El Festival de Teatro Clásico se reconcilió con el mundo, tras la infame exhibición de 2007 con una adaptación de “Los Persas” de Esquilo que insultaba a la bandera, a los soldados en Afganistán y a las milenarias piedras emeritenses. La valía de los que trabajan todo el año para que todo quede genial en los meses de verano no se merecía esa “exhibición”.

Pasó un año y un Miles Gloriosus adaptado en una forma en la que el mismísimo Plauto hubiese dado el placet (lo justo para seguir haciendo reir a un público, también latino, 2.000 años después) volvió a poner al Festival de Teatro Clásico de Mérida donde se merece. Mérida no se merece camiones en el escenario, ni fusiles ni alzas de "drag queen". Las obras con el texto original no tienen sentido, pero tampoco se puede atraer a un público diciéndole que va a ver teatro clásico y meterle alegato moderno tras alegato pos moderno (“in medium virtus”, ¿no?). Todo esto lo deja bien claro el director, Juan José Afonso, en el texto aquí reproducido:

“No hemos tomado la decisión de realizar un montaje con contenido político, o como piensan muchos analistas de la obra de Plauto; profundizar en una propuesta antimilitarista, o de crítica al poder…porque cuanto más entramos en la función más creemos que se trata de un simple retrato de la estupidez humana.


Lo que ocurre es que alrededor de esa estupidez flotan los intereses más mezquinos del ser humano. O sea, lo habitual también en nuestros días. Es por ello por lo que personajes de otra época nos siguen pareciendo cotidianos en el actual paisaje humano. No creemos necesario sustituir la lanza por el fusil de asalto. Interesa poco si el objeto de la codicia es un trozo de buena carne o un Ipod de última generación.

Es evidente que Miles es un ser odioso, pero todos, por sus propios intereses, han contribuido a convertirle en quien es. La historia nos ha dejado claro que a la sombra de intereses burdos han medrado verdaderas bestias. Queremos contar esta historia de la forma más sencilla que nos sea posible, poniendo el acento en una interpretación poco estridente lo mas cercana al espectador y algo alejada (en lo posible) de la farsa, que en si mismo el teatro de Plauto posee"


Pepe Viyuela es un payaso. Y entiéndase esto, con la mayor carga posible de cariño y admiración. Es un profesional como la copa de un pino y lo vuelve a demostrar en las piedras de Mérida (y allá donde vaya de gira) con el Miles Gloriosus. Tómese en la acepción que se quiera (“glorioso”, sin más, o con el matiz desfasado que tenía en origen, “fanfarrón”) el Miles Gloriosus en la piel de Viyuela es más “gloriosus que nunca”.

José Sancho llena el teatro con su voz y encarna a un Centella inteligente y cómplice. Un placer. Es seguro que, haciendo honor a lo que tenemos de ellos, los antiguos romanos, que es casi todo, salvo el gusto por la esclavitud de alguno de ellos, Mérida sabrá darse cuenta de que esto (y no sólo en el terreno de la comedia) es lo que interesa (ahí la taquilla) y sus grandes profesionales (escena, gestión, dirección, comunicación) sabrán seguir honrando nuestros orígenes (ahí, desde donde sea, viéndonos, juzgándonos, los clásicos).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una obra cachonda pero la versión es bastante cateta.

Fran J. Girao dijo...

Pues es su opinión, pero no estoy de acuerdo...

Anónimo dijo...

TEATRO CATETO PARA CATETOS. USTED NO HA VISTO TAN BUENAS Y DIVERTIDAS COMEDIAS QUE SE HAN PUESTO EN EL TEATRO ROMANO DE MERIDA.
UN EMERITENSE.

Fran J. Girao dijo...

De nuevo, disiento, pero ahí queda su postura.